¿Puede la actividad física mejorar el sistema inmune contra el coronavirus?

Mucho se habla del hecho que la actividad física puede favorecer y mejorar nuestro sistema inmune, ¿pero qué nos dice la ciencia al respecto? ¿Podría protegernos la actividad física frente al coronavirus si sabemos que puede mejorar la respuesta inmune de nuestro organismo?

¡En este artículo te lo explicamos!

¡Así que vamos al grano!

¿Si practicamos actividad física ayuda a mejorar nuestro sistema inmune y a protegernos del coronavirus?
Por el momento no hay muchos estudios respecto a esta pregunta, pero lo que sí es cierto es que la práctica de actividad física modula el sistema inmune.

¿Cuál es la razón por la cual la actividad física modula nuestro sistema inmune?

Durante y después del ejercicio físico los pro y antiinflamatorios de las citocinas se incrementan, como también la circulación de linfocitos y el reclutamiento de las células. Las citocinas son pequeñas proteínas que son cruciales para controlar el crecimiento y la actividad de otras células del sistema inmunitario del cuerpo humano (American Cancer Society, 2019). Este efecto tiene un efecto sobre una menor incidencia, en la intensidad de los síntomas y en la mortalidad de las infecciones virales en la gente que practica deporte regularmente (Pelinski, Kamila y Tavares de Resende, 2020).

¿Qué otras variables pueden afectar a nuestra respuesta inmunitaria?

La enfermedad del coronavirus depende de la interacción entre SARS-CoV-2 y el sistema inmune del huésped que lo contrae. La respuesta inmune responde en función de la genética, la edad, el sexo, el estado nutricional y físico (Li, Geng, Peng, Meng y Lu, 2020).

¿Qué tipo de respuesta inmune puede hacer mejorar si realizamos actividad física regularmente?

Primero de todo, hemos de entender que la respuesta inmune incluye 2 estados, la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa. La primera incluye las barreras físicas y químicas y la acción de células como macrófagos, células ramificadas, y neutrófilos. Por otro lado, por lo que respecta a la segunda inmunidad tiene como mecanismo de acción los linfocitos, anticuerpos y citocinas. Además, la inmunidad adaptativa puede ser subdividida dentro de la inmunidad celular “mediante macrófagos y linfocitos” y la inmunidad humoral “mediante anticuerpos” (Simpson y Katsansis, 2020). En este caso, la práctica de ejercicio físico puede actuar en la respuesta inmunitaria estimulando la inmunidad celular (Nieman y Wentz, 2019).

¿Sabías que la actividad física puede alterar el sistema inmune tanto de manera aguda como crónicamente?

Además, la práctica de actividad física, tanto en forma aguda como en forma crónica puede alterar significativamente el sistema inmune (Leandro, 2007). De hecho, hay estudios que indican que esta alteración puede depender de la regularidad, la intensidad, la duración y el tipo de esfuerzo aplicado (Laddu Lavie, Philips, Arena, 2020).

El ejercicio físico, un arma de doble filo cuando hablamos de inmunidad

El ejercicio físico practicado tanto en moderada como alta intensidad estimulan la inmunidad celular, no obstante las prácticas prolongadas o sin el descanso adecuado pueden desencadenar una disminución de la inmunidad celular, aumentando la propensión a las enfermedades infecciosas. De acuerdo con la Sociedad Internacional de Ejercicio físico e Inmunología, la disminución inmunológica ocurre después de la práctica de ejercicio prolongado, que es después de 90 minutos de actividad física de moderada a alta intensidad (Wash, Gleeson, Pyne, et alt., 2011).

Efectos del ejercicio físico en los componentes del sistema inmune

Citocinas

¿Sabías que la contracción muscular tiene el efecto de incrementar la liberación de citocinas que son importantes para el sistema inmune?

La contracción muscular puede incrementar la liberación de citocinas a niveles que varían según el volumen de masa contráctil involucrado, como también la duración y la intensidad del ejercicio (Terra, Da Silva, Pinto y Dutra, 2012). En este caso, las IFNs-I son las citocinas antivirales más importantes y estas actúan rindiendo acciones como la protección de las células que aún no están infectadas y garantizan la protección frente a la contaminación de la replicación viral (Prompetchara, Ketloy y Palaga, 2020).

Leucocitos

Aparte de las citocinas, la actividad física es también responsable por incrementar la concentración de circulación de leucocitos, que también son importantes en la defensa del organismo. La concentración de leucocitos permanece alta con un pico de 30 a 120 minutos después de una actividad física constante y puede posponerse este pico hasta 24 horas después de haber hecho la actividad (Matthews, et alt., 2002).

El síndrome metabólico y su estrecha relación con el agravamiento de la infección del COVID

El síndrome metabólico se comprende de una condición patológica caracterizada por obesidad abdominal, resistencia a la insulina, hipertensión e hiperlipidemia, donde se ha demostrado que un estado pre inflamatorio en una persona que se encuentra con este síndrome puede incrementar un desequilibrio en la respuesta inflamatoria que genera el cuerpo humano para contrarrestar el COVID (Ayres, 2020)

Conclusión

Finalmente, aunque sí es cierto que todavía faltan estudios para demostrar si la actividad física podría contrarrestar el efecto perjudicial que genera el COVID, podemos llegar a la conclusión clara y segura que la actividad física podría ayudarnos tanto a mejorar nuestro sistema inmune como en el peor de los casos a empeorarlo si no establecemos adecuadamente un buen programa de entrenamiento que respete las cargas y los descansos que necesitamos. Está claro que un desequilibrio en las respuestas inmunes que son caracterizadas por los cambios que se producen con las citocinas y los linfocitos, así como factores que pueden agravar los síntomas como es el caso de la edad como también la obesidad, la diabetes, la hiperlipidemia, presentadas en el síndrome metabólico, pueden jugar un papel importante en nuestra salud y a un peor pronóstico de la enfermedad del COVID si no se ponen remedio.

Adoptar la práctica de ejercicio físico puede ayudar a tener menos riesgo respecto al COVID y a ser una muy buena estrategia para mejorar nuestro sistema inmune, prevenir la obesidad, la hiperlipidemia y la diabetes, donde son factores que pueden agravar el COVID y que están relacionados con una mayor predisposición a la morbilidad respecto a esta infección (Pelinski, Kamila y Tavares de Resende, 2020).

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Un gran saludo.

Albert Montasell Benítez

Entrenador personal y especialista en pérdida de peso.

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